22 abr 2011

De la sencilla procesión vista en mi pueblo.

Vivo, apreciados lectores, en un sencillo y no muy grande pueblo majorero, con su playa, sus montañas y sus plazas. Un bello pueblo, costero mas no muy pesquero. Pero no es esta la ocasión de hablar de mi pueblo, ya en otro momento lo describiré con pelos y señales, sino de hablar, ya que estamos en semana santa, de la procesión que aquí aconteció hoy viernes santo. Caminando por la calle, portando una persona una cruz sencilla, de algo más de 1,80 metros de estatura, al paso del cura del pueblo. El cura de este pueblo es un hombre moreno, creo que de procedencia sudamericana, mas de gran corazón. Avanzaban a paso lento pero constante, pausando en cada estación, y alzando sus cánticos al cielo de la tarde noche. En cada parada una persona leía un folleto, en el que se contaban historias reales relacionándolas con la vida de Cristo, por ejemplo, decían de la caída de un hijo a la droga a la caída de Cristo con la cruz, ya que después se levantaba, después eran rezados un padrenuestro y un Ave María. Algo que emociona, por su fervor y su sencillez. No somos un pueblo grande, no tenemos tan gran patrimonio ni tanta gente, pero tenemos fe. Y la fe es lo que mueve el mundo, la fe mueve montañas. Calculo unas cien personas en esa procesión, simple pero seria. Algo que emociona, sin duda, algo que hace a uno sentir orgullo de su pueblo, sea creyente o no. Y es que la gente no renuncia a sus creencias por tener menos, y eso es bueno.

2 comentarios:

  1. El cura mas bien es negro y africano,,,,,jajjajjja

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  2. No entiendo, amigo, ese comentario. El cura es moreno, sí, mas es sudamericano, y no encuentro en ello gracia alguna. Un abrazo

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