Un poco de lectura, que nunca viene mal (I)

Una de estas entradas, queridos amigos y lectores, tenía que estar dedicada obligadamente a la lectura. La lectura, ese gran placer y momento en el que además de relajarse puede uno aprender, ejercitar la memoria y disfrutar de una emocionante trama. ¿Cómo puedes leer?, me han llegado a preguntar, mas mi respuesta normalmente no varía, y les replico diciendo que leer es cómo ver una película, pero aprendiendo más, y teniendo más abierto el margen de imaginación que quiera uno ponerle. Dicho esto, recomendaré de forma personal algunos libros y explicaré por qué he decidido recomendar estos títulos, y diré muy básicamente su contenido.

Voy a comenzar, cómo no, con un libro para reflexionar sobre nuestro presente y futuro, sobre la importancia de leer y del saber. Comenzaré con el maravilloso libro Farenheit 451, escrito por Ray Bradbury. Montag es un bombero en un futuro en el que los bomberos provocan los incendios, pues las casas no son ya incendiarias, para quemar libros, pues leer requiere pensar y pensar te evita ser tontamente feliz, y en el país de Montag hay que ser feliz. Es un libro que marca, o eso me ocurrió a mí. No es muy largo, pero sí muy bueno, y con él se aprenderá a apreciar verdaderamente los libros y el conocimento.

El amuleto de bronce es el elegido para esta segunda recomendación. Escrito por José Luis Corral nos cuenta la maravillosa y fascinante epopeya de Gengis Kan, emperador del mayor imperio cohesionado de la historia. Todo contado con una sencillez y amenidad asombrosas, es un libro perfecto para enfrascarte en la historia.

El último Mohicano, una historia de aventuras en aquel remoto tiempo de los indios norteamericanos y la edad de colonización es esta última recomendación. Y aquí no pienso desvelar nada, pues desde el principio comienza con emoción. Saber el valor de los indios y el gran parecido con los hombres blancos es uno de los grandes atractivos de esta estupenda obra.