Con lo de vender mi vida no me refiero sólo a esa gente que participa en esas tertulias de corazón, poniendo a parir a cualquier desgraciado, o por el contrario, subiéndole a un altar, no, también me refiero a reality shows, que de realidad tienen mas bien poco, mas de ingresos y de audiencia tienen bastante, por desgracia. ¿Qué tiene esa gente de especial para interesarnos tanto su vida, no sus logros, no, su vida personal, preferiblemente sexual? El hecho de dedicarse a cantar, a bailar, a jugar a cualquier deporte mejor que otros, o con mas suerte, te hace condenado a la tortura de tener a estos, con perdón, mentecatos siguiéndote a cualquier parte, haciendo que la gente se preocupe de la vida de cualquiera antes que de los verdaderos problemas y ventajas de la vida y la sociedad.
Otro hecho es el de ser fan en exceso, fenómeno más bien adolescente, pero que sube cada vez mas de edad. Me parece bien que te guste como cante, actúe, juegue o lo que sea que haga esa persona, pero no es motivo para quererlo y apreciarlo más que a la gente que te rodea y se preocupa por ti verdaderamente. ¿Qué marca la línea de ser alguien y no ser nadie? La fama, la fama es igual a dinero. La fama es igual a publicidad, mas en el mundo de música, TV y llegando al cine. Los deportes ya no tanto, pero quién sabe, como marchan estos tiempos...
Lo están consiguiendo, cada vez mas tiempo delante de una pantalla preocupándote de la vida de otros, en lugar de leer, aprender, salir o vivir, en pocas palabras. Cada vez mas incultos, cada vez mas estúpidos, cada vez más manejables. O esto cambia, o Dios nos pille confesados.
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